Hablar del lujo francés es retroceder en el tiempo aún más allá de cuando Gabrielle Chanel liberaba a la silueta femenina de los corsés y de cuando Christian Dior tapizaba (literalmente) a las mujeres: fue en 1854 cuando su fundador Louis Vuitton cambió para siempre la forma de viajar y de percibir el lujo: a través del equipaje y de la facilidad de cargar con prácticamente cualquier cosa que queramos llevar, una herencia que se mantiene hasta ahora y que queda plasmada en un nuevo libro de la editorial Rizzoli donde podemos ver la evolución e historia del monograma más famoso del mundo.
Editado por Olivier Saillard este libro recorre la historia de una de las casas de moda más importante de París, si bien su incursión en pasarelas fue en 1997 con el nombramiento de Marc Jacobs como director creativo, es su pasado de más de un siglo por recorrer el que se plasma en cada página, dejando ver la evolución, tradición y adaptación del equipaje y sus famosas bolsas a lo largo de los años.
Con el icónico monograma agregado al forro de lona en 1896, Louis Vuitton se inspira en los diseños orientales para dar a conocer al mundo el comienzo de una era donde la opulencia se dejaba ver a simple vista. Bastaba con llevar una bolsa de la mano o subir a un tren con un baúl en tonalidad café con la tapa cuadrada (para un mejor manejo, cuidado y acomodo del equipaje) para demostrar lo que en verdad era el lujo francés, mismo que se transforma ahora en más que simples maletas de viaje: Louis Vuitton es pionero del lujo en lo más simple, tal y como lo afirmara Marc Jacobs cuando tenía en sus manos las riendas de la firma: "Me gusta tomar las cosas más simples de la vida y convertirlas en lo más lujoso del mundo".
En este libro podemos encontrar un increíble paseo histórico por los archivos de la casa: desde notas escritas por los clientes con especificaciones para diseños únicos, detalles de las creaciones que Marc Jacobs realizó en sus 16 años al frente de la firma y los primeros diseños de Nicolas Ghesquière, actual director creativo de Louis Vuitton, sin duda un tesoro visual que los fanáticos del lujo francés no deberán dejar pasar.
Imágenes | Rizzoli
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