En ocasiones, las circunstancias requieren superar las limitaciones, ser fuerte e invencible. Los primeros relojes G-Shock aparecen en 1983 fruto del deseo de Kikuo Ibe, jefe del departamento de investigación y desarrollo de Casio, de crear un reloj de pulsera indestructible en las circunstancias más adversas.
Es el caso de los bomberos paracaidistas que saltan a pocos metros de las copas de los árboles y aterrizan en paracaídas en el foco del incendio para hacer cortafuegos sobre el terreno. En sus condiciones de trabajo más extremas se inspiran los relojes G-Shock Mudmaster, una colección forjada con fuego para brillar en el infierno.