Muchas veces la fuerza de voluntad no es suficiente a la hora de adoptar el propósito de comer mejor para bajar de peso. Si bien la constancia en mantener hábitos saludables y de seguir una rutina de ejercicio es la base para conservar nuestra salud, existen también algunos trucos que de forma psicológica y con cambios en nuestra rutina ayudan a lograr nuestro objetivo de deshacernos de esos kilos de más.
Prácticas fáciles como la sustitución en lugar de la prohibición de ciertos alimentos ayudan a que consumas a lo largo del día los nutrientes que necesitas para tus actividades sin terminar lleno de culpa (y azúcar en las venas) por caer en las garras de los antojos entre comidas.
Evita retrasar tus antojos
"Mejor más tarde" es una frase recurrente cuando los antojos se producen, para ello puedes usar lo que científicos llaman una "estrategia de posposición" para evitar prometerte una rebanada de pizza o una hamburguesa al salir del trabajo. Si tienes hambre o sed, lo mejor es saciar tus necesidades al instanteantes de que se te antoje un alimento con más calorías o que pueda hacer más daño a tu organismo, así ese tiempo futuro no llegará.
Cambia tu rutina a la hora de comer
Muchos de los malos hábitos al comer se deben a la imposición de una rutina inalterable, como comer en el mismo lugar o siempre el mismo alimento y cantidad. Trata de comer fuera de tu lugar de trabajo por lo menos un par de días a la semana o simplemente en un lugar que no sea tu escritorio, esto beneficiará en que tu subcontinente pondrá atención en un entorno nuevo y no en acabar con el plato que tienes frente a ti.
Haz limpieza de refrigerador
Si en tu armario tienes a la mano tus camisas favoritas, haz lo mismo con tu refrigerador: deja en la parte de arriba frutas, verduras y alimentos saludables y coloca en los compartimentos de difícil acceso las carnes y comida rápida. Cuando sientas un hambre voraz, tu primera opción será más saludable y lista para su consumo.
Muchas veces la fuerza de voluntad no es suficiente a la hora de adoptar el propósito de comer mejor para bajar de peso. Si bien la constancia en mantener hábitos saludables y de seguir una rutina de ejercicio es la base para conservar nuestra salud, existen también algunos trucos que de forma psicológica y con cambios en nuestra rutina ayudan a lograr nuestro objetivo de deshacernos de esos kilos de más.
Prácticas fáciles como la sustitución en lugar de la prohibición de ciertos alimentos ayudan a que consumas a lo largo del día los nutrientes que necesitas para tus actividades sin terminar lleno de culpa (y azúcar en las venas) por caer en las garras de los antojos entre comidas.
Evita retrasar tus antojos
"Mejor más tarde" es una frase recurrente cuando los antojos se producen, para ello puedes usar lo que científicos llaman una "estrategia de posposición" para evitar prometerte una rebanada de pizza o una hamburguesa al salir del trabajo. Si tienes hambre o sed, lo mejor es saciar tus necesidades al instanteantes de que se te antoje un alimento con más calorías o que pueda hacer más daño a tu organismo, así ese tiempo futuro no llegará.
Cambia tu rutina a la hora de comer
Muchos de los malos hábitos al comer se deben a la imposición de una rutina inalterable, como comer en el mismo lugar o siempre el mismo alimento y cantidad. Trata de comer fuera de tu lugar de trabajo por lo menos un par de días a la semana o simplemente en un lugar que no sea tu escritorio, esto beneficiará en que tu subcontinente pondrá atención en un entorno nuevo y no en acabar con el plato que tienes frente a ti.
Haz limpieza de refrigerador
Si en tu armario tienes a la mano tus camisas favoritas, haz lo mismo con tu refrigerador: deja en la parte de arriba frutas, verduras y alimentos saludables y coloca en los compartimentos de difícil acceso las carnes y comida rápida. Cuando sientas un hambre voraz, tu primera opción será más saludable y lista para su consumo.
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