Muchas veces la fuerza de voluntad no es suficiente a la hora de adoptar el propósito de comer mejor para bajar de peso. Si bien la constancia en mantener hábitos saludables y de seguir una rutina de ejercicio es la base para conservar nuestra salud, existen también algunos trucos que de forma psicológica y con cambios en nuestra rutina ayudan a lograr nuestro objetivo de deshacernos de esos kilos de más.
Prácticas fáciles como la sustitución en lugar de la prohibición de ciertos alimentos ayudan a que consumas a lo largo del día los nutrientes que necesitas para tus actividades sin terminar lleno de culpa (y azúcar en las venas) por caer en las garras de los antojos entre comidas.