Apostando por la caja cuadrada de su construcción, este reloj sobresale de otros relojes como el Santos de Cartier o el Reverso de Jaeger-LeCoultre por el hecho de ser el único reloj cuadrado en estar construido de cerámica de alta tecnología, pero no es sólo eso lo que nos fascina de su creación, sino que también cuenta con una construcción en esqueleto que nos deja ver las entrañas de su maquinaria.
El True Square Open Heart de Rado toma ese nombre porque básicamente podemos ver el corazón del reloj: bajo el cristal de zafiro vemos el funcionamiento coordinado del movimiento C07 con una reserva de marcha de 80 horas, lo que evitará que tengas que dar cuerda al reloj si decides no usarlo durante unos días.
Con un inconfundible diseño y excepcional tecnología, el Rado True Square Open Heart automático da forma a lo que nos deparará la industria de la relojería en el futuro.
Más información | Rado
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